13 de abril de 2012

Replegando

Se aleja cada vez más de la tierra, no está, se está yendo para adentro, tan adentro que la periferia se está haciendo neblina espesa y todo lo que escucha y ve, pertenece al mundo en donde tiene los pies pero al que nunca dejó entrar, ni en el peor revés.
Está en estado de pupa, latiendo, replegándose, reuniéndose. Sola se fue metiendo, no hubo un momento, sola se deshizo de máscaras y de vestidos, sola dejó de pintarse las uñas de negro y se bajó de los tacos altos, sola y sin saberlo empezó a caminar hacia adentro.
Necesitó años de lucha y sangre ardiente, años de ser paciente, años de llenar y vaciar el tren, años de derribar muros, años de sacarse muertos de encima, años para desenterrar y quemar, años para aprender a escucharse y a vaciarse, años para aprender a mirar al otro y reflejarse.
Hoy está en la saliente, alerta porque algo se viene, pero hace un repaso y se queda con que de todos y de todo aprendió algo, que en sus puños caben los hallazgos y que en su corazón late la conciencia de que está llevando en los brazos a una Ella cansada y más sola que nunca, pero un poco más sabia…

(Si hoy se fuera y volviera a nacer algún día,
repetiría hasta este segundo de su vida,
sabiendo que vino desnuda y sola
y que desnuda y sola se iría)

Escrito el 11 de Abril de 2012

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Qué conjunción la sabiduría y la desnudez.