19 de mayo de 2016

Cansina vuelta

Me he cuestionado la vuelta casi tanto como me he cuestionado a mí misma, al punto de dudar, si es que cabe la palabra, de todo lo que he hecho hasta acá.
Pero heme aquí y ahora, nadando en absoluto silencio entre extrañezas diversas, observando algunas cosas que traen los casi 50, con la caja de Pandora toda abierta, con las manos sobre el teclado y con dios y con el diablo sentados a mi lado.
A esta altura entendí que mis letras son mi catarsis, mi cable a tierra, en definitiva el bálsamo con el que se me hacen más fáciles de digerir algunas cuestiones cuando decido tragarlas para no seguirlas mascando porque no son hojas de tabaco.
Cuando hace unos meses dejé de escribir no supe que se me iba a apagar el fuego del alma, pero me encontraba en un cruce de calles haciendo malabares con más pelotas que demasiadas y menos que poca lucidez para mantenerlas en el aire, razón más que suficiente para tomar distancia antes de que alguna me matara.
Y así, en franca retirada pasé este tiempo. Desfilando en cámara lenta frente a los espejos de mí misma sin la seguridad que me dieron siempre las letras, sin armas, sin máscaras, sin personaje, sin tacos, sin maquillaje y desnuda como nunca.
Hubieron en estos meses igual cantidad de decisiones que de revisiones y tantos o más silencios que explicaciones. Aprendí a hacerme transparente para que mi presencia no sobrara y me desconecté del afuera para limpiar la sangre de mis venas.
Vi algunas cosas que me hicieron sonreír en secreto y también me "anoticié" de otras que no me hicieron gracia ni de lejos. Algo así como una mezcla de virtudes y defectos, de caminos truncados, de objetivos desempolvados, de pasos acertados, de brechas difíciles de saltar, de cambios, de honestidades brutales que hubiera preferido no escuchar y porqué no de algún “sincericidio” que no me mató de casualidad.
La verdad es que he estado ocupada cosechando una siembra a la que no sólo no voy a adjetivar sino que en la espalda me la voy a echar porque “esto es lo que hay”.