8 de enero de 2013

Ausencia presente


Y en estas horas de ausencia, cargadas de pausados y desgastados minutos que veo caminar hasta perderse en lo vasto de la historia, siento que no falta nada. 
Porque hay un tiempo eterno en este remanso, y es aquel de las miradas que guardo, es el que lleno de palabras y significados callados me llenan de silencios que pintarían un cuadro.
Está acá, conmigo, cerca… tan cerca que puedo palparlo, aunque su esencia se encuentre en otro universo y aunque mis manos no toquen la piel de sus labios.
Fue un abrazo la causa de la consecuencia más asombrosa, fue el destino el que con sus trazos cruzó nuestros caminos, fue una pausa en el cansancio, fue la llamada instintiva de un perfume jamás imitado, fue el olvido de lo dicho en el apuro de algo no calculado, fue la llegada de lo esperado cuando hasta la desesperación ya se había ido a otro lado.
Hoy es todo aquello que no decimos, es lo que ya vivimos y no repetimos, es quedarnos para no irnos, es no saber aún siendo testigos.