26 de noviembre de 2021

Hablando sola

Les cuento que ni siquiera sé cómo empezar el relato, pero créanme que mientras sonrío y busco cómo poner esto en contexto, mis dedos se deslizan sobre el teclado, ajenos por completo a lo que “ni sé qué” siento.
La verdad es que esta noche me subí al auto y, gesticulándole al aire cada letra como si fuera una loca, volví a casa como nunca antes en toda mi historia, hablando sola.
Quiero decirles que señores raros en todos estos años no me han faltado y éste no podía ser la excepción teniendo en cuenta que estaba signado por la catástrofe desde que inició, pero así, así como lo extraño que pasó hoy, no me lo esperaba y no solo me cuesta contener la carcajada sino que repaso cada palabra y no gente, no le encuentro explicación.

19 de noviembre de 2021

Un cigarro

Hoy quiero fumarme un cigarrillo, uno solo, y perderme para siempre en el humo frente a mis ojos, porque ya no quiero ver ni verme porque me duele y estoy cansada, y porque quiero irme lejos adonde nadie sepa quién soy, adonde la excusa de la distancia le haga perder a lo sabido el rigor.
Estoy harta de la parte de mi que enarboló la bandera de la tolerancia, de la justificación, de la explicación y de la sumisión, harta de la envidia que se esconde detrás del juicio, harta de ese “siempre sos la contra” que escuché toda mi vida, harta de sentir que están esperando que falle para verme caída, harta de escuchar mentiras, harta hasta más no poder de la crítica.
Estoy tan harta y tan agotada que recién ni siquiera atiné a correr, solo me quedé mirando ese maldito garaje vacío y en un segundo se me llenó el alma de asco por haber permitido tanto.
Por eso hoy necesito ese cigarro entre los labios y a mis hijos y a mis negros cerca y el sol en la cara y las piernas cruzadas y la pared de la casa que tanto extraño pegada a mi espalda.