6 de julio de 2021

La cuerda

Hoy huelga la introducción y la puesta en contexto del relato, solo basta con decirles que me fui a mi centro nada más que para observarme un rato.
Si tuviera que explicarles lo que vi, dibujaría una cuerda suspendida entre dos paredes abismales perdidas entre la niebla a metros de altura, en el medio y haciendo equilibrio y, sin más aliento que imperceptibles susurros, yo sola, como jamás he estado.
Ni antes ni ahora hubo un solo plan.
Fui movida nada más que porque sentía la urgencia de volver a encontrarme conmigo, con mi sonrisa, con mi alma y con Ella y sus cinco escalones gastados.
Esta vez todo es diferente, no hay una sola cosa que me sirva de parámetro, no existe cuestionamiento que no me haga ni puerta que no abra y los miedos, que en estos meses me di cuenta que tenía, la vida se está encargando de matarlos.