28 de junio de 2011

De acá no sale

Aprendió, ya sabe que hay cosas que no tiene que hacer y palabras que no tiene que decir y por más que se salga de la vaina ésta vez se guarda, para Ella, para cuando las cartas estén sobre la mesa y el juego esté abierto, entonces, recién ahí lo va a gritar a los cuatro vientos.
Hoy no hay nudos en la garganta ni nervios, la decisión la tomó hace tiempo y mientras afuera es todo un caos, adentro hay pura conciencia y en la boca ese sabor dulce que queda después de probar el fruto de la paciencia.
La excitación ahora es tranquilidad y espera, porque la etapa está cerrada aunque alguno no la entienda.

Y es que cuando algo tiene que llegar, llega, aún en este desierto de arena…

27 de junio de 2011

Brazos cruzados

Está cansada de tanta payasada, del frío y de los malos ratos, se hartó y harta es un peligro.
A veces el espacio se le hace jaula y su refugio la abraza hasta dejarla sin resquicios, convirtiendo el silencio en ahogo infinito.
No hay nada que decir, tampoco hay nada dicho pero hoy siente que protagonizar esta tragicomedia es una hazaña sin límite que la está llevando al borde del abismo.
No sabe si reírse o gritar, no sabe si pegar un portazo y correr, no sabe. Es como si estuviera atada de pies y manos, anclada y amordazada y encima está enojada, ya la historia no tiene nombre, y se está prohibiendo de hacer, porque sabe que de nada a un desastre hay un suspiro.
Tal vez sea esto lo que necesita, llegar a este límite maldito, en donde las palabras no alcanzan para decir lo que siente y los gritos no tienen sentido.

Tal vez, sólo tal vez
sea éste el lugar,
el santo grial,
el que se encuentra ni bien uno llega al final.

23 de junio de 2011

Espera

Se hace largo, muy largo, demasiado. ¡Es tanto! Se detiene un instante, está a mitad de camino, hace frío y sigue con las manos en los bolsillos y el cuello del saco levantado.
¿Será la mitad? Eso es lo que Ella cree porque no hay nada adelante y ya no ve nada atrás.
¿Volver? No, no puede volver, el puente ya no está y es imposible cruzar.
¿Seguir? Sí, tiene que seguir no le queda otra, pero está cansada y su cara hoy es una mueca imprecisa y desdibujada.
¿Qué hay? Se para en puntas de pies. ¿Habrá algo?
Y, si la historia sirve de guía y había algo atrás, adelante también tiene que haber algo ¿no?

¿Y entonces ahora por qué no hay nada?

21 de junio de 2011

Ausencias

Hace unos días que está experimentando ausencia de presencias o presencia de ausencias, algo así como un vacío externo, ajeno y pretencioso que la incomoda un poco. Intenta no cuestionarlo pero necesita saber lo que le está mostrando porque no lo tiene claro.
Se sienta en la alfombra y apoya la espalda en la pared esperando ver el cuadro o al menos alguna luz que ilumine algo de lo que está pasando; su mente deja de funcionar, es instantáneo, si funciona la marea y por eso la anula y se va para adentro.
Está caminando este prado virgen pisando casi los 45, es una especie de maratón de mil millas con la cabeza en la boca del león todo el santo día.
Tiene claro que es su elección, eso no lo discute, ni se le ocurre. Pero se le hace cuesta arriba y hay momentos en los que titubea y tambalea y siente que se la va a comer.
Está más sola que nunca, pero no es eso lo que le molesta, es que andar a ciegas es peligroso y saber lo que no quiere es peor.
Alguna luz se filtra y le permite ver la pintura, no completa eso sí, pero algo vislumbra.

Es que andar a tientas y con un león a cuestas
no es tan terrible después de todo

¡Pero vaya que si es todo un logro!

20 de junio de 2011

Magia

Está lloviendo, otra vez apenas, hay grises afuera y camina lenta la brisa que hay entre Ella y el cielo que está demasiado cerca. No hay tristeza y sí un silencio que en el relato se va haciendo letra.
Café, un cigarrillo y una pregunta: ¿qué hay?
Hay sensaciones. Ochenta y cuatro meses de destrucción y siete años de revolución.
Se dio cuenta de que la locura es la cordura de saberse, y de no permanecer aún estando, por eso ahora puede sonreírle a su imagen con picardía y verse desnuda sin lugar a dudas.
La magia es el cambio, es sacar conejos de galera todo el tiempo y es marcar terreno con sus tacos en el suelo.
No tuvo que avisarle a nadie, el proceso fue adentro, en el más caótico y confuso silencio. Siguió afuera, como una tormenta evidente y lenta que barrió con todo y que la dejó sola y entera, sentada en la arena.

¿Qué hay?
Hay sensaciones, conejos, pelo suelto y anteojos negros…

17 de junio de 2011

Muestra

Después de lo que le pasó la última vez, no le quedan dudas del dicho que reza que para muestra basta un botón… o varios en su caso.
Su lista es extensa y con todo lo que vivió ya tiene más que suficiente. Varios tamaños, variadas formas e infinidad de colores, pero botones, sólo botones, nada más que botones y con botones ¡no hace nada!
Le falta la camisa y en estos momentos carece por completo de tela. No hay, no la encuentra o no existe, no sabe, pero la tela no aparece.
La estuvo buscando pero sólo encontró los botones y no le sirven. ¿Qué puede hacer sólo con botones? Nada, no puede hacer nada.
Se sienta, necesita descansar un rato, tomar aire, recuperar fuerzas y reírse, sí, reírse porque se ve a Ella misma juntando botones de todos los colores y ¡no tiene la camisa!
No puede más, se le caen las lágrimas de tanta carcajada. Sentada ahí, con las manos llenas de botones y ni un ojal ¡¡¡ni uno!!!

14 de junio de 2011

Nunca es tarde

El nombre le llama la atención, después de varios días algo le empieza a hacer ruido y recién ahora se da cuenta de lo que es.
Se levanta de la alfombra con el ceño fruncido, los labios apretados y las mandíbulas tensas; Ella lo vivió como un momento raro y distinto pero ahora se le mostró claro, y no lo puede creer, porque se quedó con lo que le había provocado y ni se le ocurrió cruzarse a la otra vereda y verlo desde el otro lado.
Está enojada, no le gusta nada lo que pasó, la jugada no fue limpia, estaba sucia desde el principio y eso la enajena.
Está escribiendo despacio pero no puede contener la rabia. Confía en ella, pero sabe que de otro puede esperar cualquier cosa, y de todas formas le lleva tiempo darse cuenta, necesita digerir, apartarse y sosegarse para que la imagen se le dibuje nítida y pueda ver el cuadro entero.
Algo había en el ambiente que no encastraba y no logró descifrarlo hasta hoy. Tuvo que cruzarse, darse vuelta y verlo desde otro ángulo. Lo había dejado ya, como algo que pasó y se fue, pero le sonaba una campana…

Siniestro es la palabra
sucia fue la jugada
y no es venganza,
pero el que las hace…
¡el que las hace las paga!

Voces y silencios

Se hace largo el proceso, es lento, es cansador y lo está agotando. Ya no da más, puede sentirlo aún estando tan lejos. Está indeciso, enojado, frustrado, harto, al límite de sus fuerzas y se quiere ir, quiere huir de sí mismo como si la confusión y la desesperación no fueran a correr atrás de él.
Ella le dice que escapar es llevarse consigo todo de lo que se quiere deshacer porque no es posible irse sin uno mismo, no es posible trasladarse en cuerpo y dejar la esencia.
Siente su furia contenida, está a punto de explotar. Ella sabe lo que está pasando, lo revive junto con él, puede verse reflejada hace muchos años cuando empezó a morir para nacer. Siente el mismo ardor en la espalda, el ahogo que no la dejaba respirar, las lágrimas nublándole la vista, el pulso tembloroso y la birome vomitando palabras y más palabras.
Está a punto de caer pero algo le detiene ese paso. La puerta atrás de él todavía está entreabierta y no se decide a cerrarla a sus espaldas. Hoy está todo oscuro y no ve nada y levantar el pie es la decisión más fuerte de su vida porque no hay vuelta atrás y él lo sabe y ya casi está sin aliento.

Ella sigue sentada, lejos, pero al lado de su alma.
Y lo mira con la ternura más dulce porque simplemente: lo ama…

Para J.L.B

13 de junio de 2011

Diálogo en prosa

Siguen juntas, ahora adentro, es de noche y tienen mucho de qué hablar.
El lugar está en penumbras y huele a una caprichosa mezcla de lavanda, jazmines y maderas añejadas. Las cortinas están descorridas, las tazas de té descansan sobre la alfombra gastada en donde están sentadas, el fuego palpita cómplice y silencioso mientras la noche callada las escucha, inmensa y oscura, y Ellas… con el pelo suelto y los pies descalzos hablan sin cautela y casi en un susurro tratando de no despertar a las estrellas…
Una se siente cansada, tiene los puños crispados y la espalda encorvada; la otra está relajada, con la cabeza de lado, y miran al cielo las palmas de sus manos.
Se dicen y se cuentan mientras entre los dedos van tejiendo la magia de saberse iguales siendo distintas.
El fuego, de tanto hacer silencio se está apagando, entonces Ella se levanta y le echa otro leño; la otra permanece sentada con las piernas cruzadas, viendo cómo, entre el humo del cigarrillo, juega con la sensación de quedarse pero sólo porque quiere dejarse ir…

12 de junio de 2011

Esto era

Camina casi en el aire, con las manos en los bolsillos, díscola, sola, risueña y divertida.
El camino es largo y lo sabe desde el principio, pero ya tiene resueltos los primeros acertijos, esos a los que hace un tiempo y con tanta desesperación les buscaba las respuestas.
Pero acá están, éstos son, de esto se tenía que dar cuenta, esto es lo que tenía que ver.
Entonces pasa revista y encuentra una sucesión ininterrumpida de divagues histéricos, enojos infantiles, arranques inconvenientes, palabras estériles, confusas exigencias, sonrisas dudosas, falsas intelectualidades y nula inteligencia.
Ella no tiene dudas, nunca las tuvo, pero tenía ese par de preguntas y ahora tiene las dos respuestas.

Y también una gran lista de niños grandes sin inocencia, impotentes mentales importantes, pavos reales desplumados y para colmo de males ¡haciendo alarde!

8 de junio de 2011

Sólo cosas

A Ella sola le pasan estas cosas, sólo a ella, sólo cosas.
Nunca fue tan nunca y nunca fue tan tarde.
¿Raro? Sí, raro, distinto, diferente, inesperado.
¿Sorpresivo? Sí, tan sorpresivo que se tapó la boca con las manos y toda Ella no podía creer lo que estaba escuchando.
No fue una estocada ni un golpe bajo, fue algo que entiende con el corazón pero que es imposible de procesar con la razón, tan imposible que no lo hubiera ni soñando porque parece ficción...
Su vida tiene estas cosas, y vienen para mostrarle, son los espejos que a veces se le paran adelante y la dejan sin aliento y casi sin talante.
Hace tiempo que aprendió a recoger el guante y a seguir, pero todavía está movilizada y mil sensaciones juegan en su aire.
No está sonriendo, no hoy, porque no es para nada hilarante, y si no hubiera estado parada en su espacio y tranquila de sus pasos, esto la hubiera hecho caer y retroceder un millón de años.
Se juega en forma constante y arremete con consciencia, Ella va, no pregunta, sólo hace.

Y así es como se encuentra con cosas como hoy, esas cosas que sólo a Ella le pasan, esas cosas que la dejan muda y sin un sólo interrogante…

Limbo

Está rara, casi irreconocible, nunca estuvo así, tanto que tiene que mirarse en el espejo para reconocerse.
Es Ella, sí, pero una Ella vacía que permanece inmutable, porque tocarla es imposible, llegarle es traspasarla y mirarla es no verla; ya llegó a un punto en donde despojada de todo se mantiene consciente, tranquila y alerta, tan sólo con el silencio como morada, por eso ni los pensamientos se atreven y ni hablar de los fantasmas.
¡Es todo tan simple!
Pero para darse cuenta hay que limpiar, sacar, arrancar, tirar y soltar y Ella ya pasó por ese proceso y ahora limpia todos los días.
Sólo espera a que se encienda la noche y recorre el camino hacia su centro, sentada en la alfombra se observa, toca, siente, huele y escucha hasta aceptar, entonces llega el momento de abrir las manos y soltar.

Y cuando suelta ya está,
porque Ella no mira para atrás
y porque lo que se va,
se va para no volver más…

3 de junio de 2011

Algo que estaba flotando

Es de noche, son más de las dos de la mañana. Recién se termina de bañar y está inquieta y no puede dejar de fumar, algo se salió de lugar, o no, todavía no le queda claro.
Tiene el pelo húmedo pero necesita ir afuera, aunque haga frío, aunque esté helando y el viento le congele la nariz y las manos.
La vida no pasa a buscar el recorrido por su cartera, por eso Ella hace lo que siente y ésta vez la situación la dejó desorientada pero en paz, movió algunas fichas y el juego la corrió de lugar.
No hay un sólo rastro, las copas ya están guardadas y está todo ordenado, como si no hubiera pasado nada.
Se hace un té y se sienta a charlar un rato con su silencio y a observar las sensaciones que desde hace dos horas la recorren por dentro.
El sentimiento es el mismo que cuando una pieza del rompecabezas que está dando vueltas sobre la mesa y que no encaja en ningún lado, de pronto encuentra su espacio.
Ahora lo ve nítido, había algo flotando desde el principio que nunca estuvo claro, sólo que recién pudo soltarlo.
Otro cigarrillo enciende la noche mientras la taza de té le calienta las manos. Acaba de cerrar y borrar, ya no hay resabios, ya no queda huella y ni un sólo rastro.

Entra.
Acá no ha pasado nada,
salvo que algo pasó
cuando hace dos horas salió
y cerró el portón…

2 de junio de 2011

Interminable

Ayer una amada voz le preguntó si no se le hacía interminable. Sí, a veces se hacen largas 24 horas de soledad y más cuando uno está luchando, porque entonces cada segundo dura horas y cada paso una eternidad.
Es difícil no huir, pero más difícil es quedarse y dejarse matar. No hay otra forma de que nazca el árbol si antes no muere la semilla, pero el proceso se hace doloroso e interminable, y decirle a él que nunca hay un final y que siempre es un comienzo, es peor.
Lo ama con toda su alma pero no puede sujetarlo aún viéndolo caer, por eso Ella se sienta en sus escalones y lo mira sonriente mientras le cuenta que sabe que en el fondo está la respuesta, y que dentro de un tiempo, cuando ancle sus raíces en lo profundo de la tierra y despliegue las alas, va a sentirse libre y va a encontrarse…

Ésta no es una carrera,
acá no hay una meta,
éste es un camino
esto es darse cuenta…

1 de junio de 2011

Clara

No se siente incómoda siendo clara, es más, le incomoda no serlo.
El lugar se ilumina con sonrisas, y, palabras más, palabras menos se muestran las cartas. Están jugando el mismo juego, al menos eso parece.
Ella es paciente y sabe lo que quiere y lo deja en claro, ya no tiene edad para complicaciones y malos ratos.
Es transparente el aire que los separa, y nada más osado que hablar sin reparos, pero se entienden y eso a Ella la deja tranquila porque no va a cambiar su esencia, no quiere, aunque a veces resulte grosera como una camionera.
Se miran, se están estudiando hace rato y entre sonrisas y café ya no quedan más preguntas que hacer.

Se ríen, se abrazan, se separan
se vuelven a abrazar
(esto recién está por empezar…)