9 de mayo de 2012

Repetición

Dice Heráclito que uno no se puede bañar dos veces en el mismo río, pero esta vez parece que no es así porque Ella se encuentra en la misma situación que hace meses atrás, en exactamente la misma fotografía.
Le da vueltas, la estudia, escucha las palabras como si el tiempo se hubiera detenido en algún instante del pasado y estuviera patinando. No entiende y se pregunta qué es lo que pasó en el medio, entre aquel pasado y hoy, cómo es que la vida la pone casi con los mismos personajes, en el mismo escenario, repitiendo las mismas sensaciones, sintiendo los mismos sinsabores y teniendo que esperar los mismos tiempos. No se lo explica y siente que es una pelota en los pies de la vida.
No se ríe, no llora, no le duele, no le arde, no grita, no habla, no nada. Sólo está perpleja, paralizada, quieta, encerrada y sin palabras.
¿Tiene que torcer o tiene que esperar?
Para torcer tiene que reaccionar y si se pone a pensar en cómo hacer, el tren se le va y no son cuentas las que tiene que hacer.
Si se sienta y espera con esta tranquilidad muerta que hoy siente, la acción surgirá, aún sabiendo que se va a acumular polvo en el espejo y después lo va a tener que limpiar…
La verdad es que la única diferencia es su apatía, su incredulidad y este cansancio que se le hace eterno y se pone rancio a cada momento.

Una estatua que respira
Un rictus mudo y sordo
Un letargo confundido y solo
Un hartazgo de asco en los poros
Un querer tirar la piel y los ojos
Una simpatía confundida
Una confianza desconfiada
Una moneda con dos caras
Una rueda que no gira
Y una mentira hecha sortija

Escrito el 9 de Mayo de 2012