1 de mayo de 2012

En algún lugar

Tiene las manos casi quietas sobre el teclado y la verdad es que no sabe bien en donde está. Los ruidos de la periferia suenan lejanos, incongruentes, irreales y bizarros, y las pocas palabras que logra ensartar, quedan mal.
Tardó una nada en bucear hacia su centro y siente que entre los dedos se le desarmaron los collares y hay perlas regadas por toda la casa.
¿Qué pasa?
Se mira. Está parada sobre la alfombra descolorida y gastada, tiene el pelo suelto, los brazos abiertos y los pies separados a un ancho de hombros como si estuviera capeando un temporal, pero está adentro y adentro no sopla el viento…
No entiende, su cara es la de una impávida estatua, no se le mueve un solo músculo, no siente nada.
Adormecida y cansada sigue ahí, parada, justo en el centro de la sala, con los hilos de los collares entre los dedos y todas, pero todas las perlas desparramadas por la casa.

Escrito el 30 de Abril de 2012

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Valdrá la pena juntarlas? Me gustaba la idea de esa otra Ella. Esto de leer todo corrido y de un tirón hace que tu blog parezca una novela.