28 de junio de 2011

De acá no sale

Aprendió, ya sabe que hay cosas que no tiene que hacer y palabras que no tiene que decir y por más que se salga de la vaina ésta vez se guarda, para Ella, para cuando las cartas estén sobre la mesa y el juego esté abierto, entonces, recién ahí lo va a gritar a los cuatro vientos.
Hoy no hay nudos en la garganta ni nervios, la decisión la tomó hace tiempo y mientras afuera es todo un caos, adentro hay pura conciencia y en la boca ese sabor dulce que queda después de probar el fruto de la paciencia.
La excitación ahora es tranquilidad y espera, porque la etapa está cerrada aunque alguno no la entienda.

Y es que cuando algo tiene que llegar, llega, aún en este desierto de arena…

2 comentarios:

Adriana Fernandez dijo...

Mmmmm... Yo no podría callar, eh? ni aún en ese desierto de arena.

Anónimo dijo...

Me encantó.