21 de junio de 2011

Ausencias

Hace unos días que está experimentando ausencia de presencias o presencia de ausencias, algo así como un vacío externo, ajeno y pretencioso que la incomoda un poco. Intenta no cuestionarlo pero necesita saber lo que le está mostrando porque no lo tiene claro.
Se sienta en la alfombra y apoya la espalda en la pared esperando ver el cuadro o al menos alguna luz que ilumine algo de lo que está pasando; su mente deja de funcionar, es instantáneo, si funciona la marea y por eso la anula y se va para adentro.
Está caminando este prado virgen pisando casi los 45, es una especie de maratón de mil millas con la cabeza en la boca del león todo el santo día.
Tiene claro que es su elección, eso no lo discute, ni se le ocurre. Pero se le hace cuesta arriba y hay momentos en los que titubea y tambalea y siente que se la va a comer.
Está más sola que nunca, pero no es eso lo que le molesta, es que andar a ciegas es peligroso y saber lo que no quiere es peor.
Alguna luz se filtra y le permite ver la pintura, no completa eso sí, pero algo vislumbra.

Es que andar a tientas y con un león a cuestas
no es tan terrible después de todo

¡Pero vaya que si es todo un logro!

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Muy bueno!!! Fijate bien, porque quizás, el león te pueda ayudar a guiarte... Si lo llevás a cuestas, seguramente puede ver un poco más allá que vos.