22 de mayo de 2011

Inocentes

Sentada los observa, como si no estuviera, y los escucha, y sin que se den cuenta se les escabulle bajo la piel. Hace tiempo aprendió a intuir lo callado, a buscar lo escondido, a desenterrar lo guardado. No hay un rincón en la tierra en donde se puedan esconder, porque Ella… Ella los conoce a todos.
Se frena y aunque no hay motivo para detenerse y decir lo que siente, calla.
Sabe que lo no dicho es lo real, que lo que se esconde es lo que es, y lo que tratan de no mostrarle es lo que ella ve con total nitidez.
Es tierna, fugaz, atrevida, avasallante, cautivadora y etérea, y por eso los deja, mientras se divierte y juega.
Ha recorrido un largo camino y sus misterios están escondidos tan a la vista que son imposibles de ver, por eso creen, inocentes, que al halagarla la guían directo a la trampa, pero se equivocan, no es fácil jugar con esta mujer, porque no es cualquier mujer.

Ella también es hombre…

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

No cabía ninguna duda.