19 de mayo de 2011

Grises y café

Está todo quieto y llueve, hoy es uno de esos días pálidos y callados de grises y café.
Ayer… ayer fueron su cansancio, su llanto y sus gritos al cielo, pero hoy Ella brilla de colores aunque esté vestida de duelo y con las uñas de negro, tiene el pelo suelto y esa mirada abierta, libre e intensa que ejerce la admisión con pleno derecho, porque es su mesa, son sus cartas y es su juego.
Se saca los anteojos, ya nadie puede ver lo que piensa, ya nadie tiene siquiera la posibilidad de saber lo que siente.
Es Ella, de eso no hay duda, y es la Otra, en la que se desdobla.
Son dos
Son la misma
Insondables…
Inalcanzables…
Es la verdad y el engaño.
Es las palabras y el silencio.
Es el reflejo y el espejo.
Es lo que muestra y el misterio.
Es andar descalza y es también, el ruido de sus tacos en el suelo...

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Grises y café para el encuentro con uno mismo. O con todos los "unos" que llevamos dentro. Muy lindo.