25 de agosto de 2011

Teatro vacío

Está apagada, sin sonidos, con los instrumentos en las piernas y mirando atónita las cuerdas que yacen flojas, y las boquillas que se apoyan desajustadas, y las teclas despintadas que parecen anquilosadas.
El escenario es una muda foto, y los pesados cortinados una tosca burla que acarician, estáticos, el tablado.
Todo quieto, vacío y callado. Todo muy nada y Ella sólo siendo testigo de esta jugada, por eso no está sentada, porque en sus manos, hoy, no está la baraja.
Siente que es ajena al aire que la envuelve y de ahí la ausencia, los labios cerrados, los ojos lejanos, los pensamientos olvidados y este silencio que canta desafinado…

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Muy bueno. Corto. Preciso. Llenos de imágenes completas de sentido. De lo mejor que te leí.