4 de abril de 2011

Huyendo de la imaginación

Recibe una noticia que no entiende ni comparte, una noticia de desgano y rendición que le deja en el alma un frío ardor y en los labios la más amarga sensación.
Trata de entender las palabras “seguro y estable” pero no puede, y se aparta para ver las letras de lejos porque la lastima verlas tan de cerca.
De pronto siente un golpe en el pecho que la deja sin aliento, pero sólo porque empieza a entender los silencios… ellos le hablan de desesperación contenida, de respiración suspendida, de lágrimas guardadas, de sorpresas desperdiciadas, de maravillas ignoradas y de misterios evadidos.
Los silencios le hablan, y Ella, con el corazón oprimido, siente que su elección lo llevó a vivir vacío y a darse por vencido…
Le duele lo que está leyendo, y por instinto se levanta, tiene que irse un rato, no soporta esta violencia de letras, ni el innecesario maltrato.
Cuando vuelve no encuentra cómo decirle que todo lo que hay alrededor está cambiando, algunas cosas en forma apenas perceptible, otras en forma rotunda, por momentos la transición es suave y delicada, y en otros, brusca y grotesca.
A veces la vida, al mirarla todos los días, parece que está detenida y sin embargo se mueve, porque hasta lo que simula no cambiar, está cambiando; y trata de explicarle, hasta con las manos, que no tiene que rendirse y que resignarse es morir, pero las palabras y los gestos se le pierden, como sus lágrimas se pierden hoy por él, en el papel…

Entonces se pregunta si ella también se transforma…
y sí, ella ya no es la misma que hace un minuto
leía esa noticia sobre la alfombra…

Para P. G. P. P

4 comentarios:

Mercedes dijo...

Muy fuerte, muy bello, muy triste...intenso cómo la vida.

Kari dijo...

Nada que decir chiqui...intenso, muy intenso. Cambiamos continuamente...nos somos las mismas que hace un minuto (antes de leer tu relato)y no seremos las mismas en 1 minuto futuro

Laura Martin dijo...

una vez un maestro me dijo..
"todo lo que cambia, està vivo. Lo que permanece, ha muerto"
y es tan cierto que lo uso para mis clases... siempre lo tengo presente.
Gracias por compartir tu mundo Amalia.

Adriana Fernandez dijo...

Muy bueno, Amalia. Muy sentido.