21 de junio de 2012

Una fecha

Un silencio apagado y cálido se cierne sobre ella en esta noche oscura y helada, mientras por su mejilla una lágrima resbala callada y clara.
Hoy está marcado desde hace un mes en el calendario. Hoy hace un mes se animó y saltó.
Mientras esperaba hizo un mapa y lo llenó de indicaciones. Meses pasó sentada en el banco de la estación despidiendo vagones mientras con un lápiz rojo marcaba la ruta y recorría con los dedos la fina línea por donde quería ir.
Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta de que un tren quieto pero en marcha la aguardaba, hasta que sintió que el ronroneo del motor la llamaba. Fue un impulso agarrar el bolso y saltar dejando el andén, en ese momento no hubo explicación y hoy, desde hace un mes, sigue sin haber un porqué.
Anda a tientas, no tiene idea de lo que le espera y en esta ceguera va tocando despacio para no asustarse, preguntándose qué es y respondiéndose no sé.
Hoy está marcado en el almanaque, con el miedo de los grandes y con el “no le pongas nombre” de los que en la inocencia saben.

(Sólo las vías son testigos de lo que encierra el camino)

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Me encanta el tema del tren en los textos... Pero pienso que me gusta porque no permite grises. El tren no te espera. Pasa. O te subís, o no.