11 de marzo de 2011

No habrá palabras

Parada en el centro de la sala siente que ya está todo dicho. Baja los brazos, se relaja, levanta la vista y sale.
Pisa la madera que antecede a los escalones blancos, gastados y tibios, está descalza, se sienta mientras la brisa suave y cómplice le saca el pelo de la cara, codos en las rodillas, manos en las quijadas.
No tiene puestos los anteojos, no hay nadie, está sola, en paz.
Y sentada junto al silencioso reflejo de su alma, se entrega, y se deja llevar por la mágica sensación de estar en su lugar.
Ella sabe, como nadie, que en su espacio sólo tienen cabida la risa y el misterio, y por eso, cuando todo se vuelve serio, su única respuesta es volver en silencio a su cielo…

Entonces se levanta, sonríe y se va

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mali bella bella. Siempre te escucho y vos a mi; y me gusta, me hace muy bien, y a veces me hace falta. Pero leerte es distinto, es algo que me encanta, tiene otra magia. Es "escucharte" desde otro lugar; un lugar donde te conozco, te percibo y te entiendo a vos como vos, no como mi mamma. No se si me explico, esto de las palabras a veces es complicado vio..
Bueno eso te quería decir, y que sos una mujer increíble. Lo debes saber, pero siempre es lindo que alguien te lo diga.
Muchos besos perfumados. Ti amo molto.

Kari dijo...

Tenés razon...tus manos son magicas herramientas de tu alma. Un gusto Conocerte!

Mercedes dijo...

Muy bellos y poéticos tus escritos, fuertes!!cómo la vida.