27 de marzo de 2011

Desatino

Sale, es de noche y hace frío, por eso está envuelta en su largo, pesado y cálido abrigo, taco aguja y la cartera, infaltable, con más de lo necesario… pero tiene que tener algo en las manos.
A veces necesita sumergirse en el afuera y hoy la ocasión es perfecta.
Llega, amigas la esperan. No es el lugar que acostumbra, ni la hora, pero decidió ir para ver…
Se sienta y el espacio que ocupan se llena de risas que se convierten en carcajadas por las ocurrencias y por los temas que van saltando sin ton ni son de uno a otro sin ninguna correlación.
Son todas mujeres y si alguien las escuchara, entendería las palabras pero le sería imposible hilar con coherencia, porque sólo ellas entienden los porqués los cuándo y los cómo…
Se siente sapo de otro pozo, éste no es su espacio; sus años y la música que empieza a hacer estragos en sus oídos y en su garganta se lo dejan más que claro.
Pide un café, lo único que la conecta con algo que quiere y conoce. Pero no hay caso. Nada encaja…
Siente que está sin querer estar en ese lugar, y sí con sus mujeres queridas, pero no ahí, porque entre el bullicio se pierden palabras y las luces cada vez más bajas no permiten ni ver lo que las demás están mostrando.
Mira alrededor, no hay nada consecuente, no hay ilación en lo que ve y con la cabeza de lado hace el vano intento de entender…
Si se pregunta no hay respuesta entonces sólo observa y de reojo se mira.
No, definitivamente éste no es su lugar, ni su tiempo, ni su camino. La edad le muestra que hay cosas que ya no tiene ganas de hacer, pero no porque no pueda, sino porque ya las hizo.

Sabe que hay un tiempo para todo en la vida
sabe que repetir el pasado es menos que atinado
porque cuando en un lugar,
lo que hay es como mirar para atrás,
ya no hay más de qué hablar…

3 comentarios:

juli dijo...

te haces entender con mucha genialidad! Es tal cual.. Jeje, que mamma linda tengo.

Adriana Fernandez dijo...

Muy tuyo, Amalia. Si no lo firmaras, de todas formas sabría que lo escribiste vos.

Chapa dijo...

Sin río, sin brisa, sin tierra, sin sol, sin escalones; definitivamente no es su lugar.