14 de marzo de 2011

Desconcierto

Se encuentran así, sin previo aviso, aparece de la nada y la sorprende como una bofetada de lleno en la cara.
Se siente algo aturdida pero sigue el juego porque cree entenderlo, pero con el correr de las horas se da cuenta de que no está jugando, esto es en serio y de la sorpresa pasa a sentirse abiertamente insultada.
La confunde lo que está pasando… ¡tiene que ser un malentendido! porque no hay razones que justifiquen esta bestial insidia, no hay un atisbo de delicadeza en las palabras que está escuchando, no hay una sola explicación para tanta y tan deshonrosa franqueza, no hay siquiera un motivo que alimente tamaña propuesta…

No, esto no es un juego
esto es lisa y llanamente
el más puro atrevimiento

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Las propuestas atrevidas, por llevarnos al desconcierto, nos aturden, nos atrapan, y nos hacen sentir vivas... y justo en el momento en que mejor uno lo está viviendo es cuando el insulto se hace lugar y nos da la cachetada. Qué bien que lo decís. Qué lindo leerte.