10 de abril de 2013

Perfume a incertidumbre


Ayer cuando me abrazaste te dije al oído: “hoy no me puse perfume, pero tengo olor a cigarrillo e incertidumbre”. Te reíste y después te fuiste, y en el aire quedó flotando una invitación que recién esta mañana se hizo palabras y que ayer creí no hacían falta.
Pero me voy a la charla suave que nos debíamos, a la que nos llevó por caminos que en silencio y cada uno por su lado, veníamos recorriendo a tientas con “casi” la intención de encontrarnos y en los que hoy, y sin querer, coincidimos en darnos la mano sembrando luces allí en donde un diablillo había cultivado con esmero algunos acertijos.
Reconozcamos que somos un par de porfiados y que nos seguiremos midiendo y que cada tanto deberemos espantar los miedos que vayan surgiendo para seguir creciendo, porque como te dije hace un rato: nuestras miradas hablan, pero a algunas vamos a tener que subrayarlas con palabras.

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

A veces callar es suficiente subrayado. Muy sentido. Muy tuyo.