18 de febrero de 2012

Ya no

Recién llega y ya se sacó las botas. Café, silencio, cortinas corridas, almohadones y la espalda apoyada en la pared.
Prende el tercer cigarrillo de esta última media hora. El ritual la centra, la hace lúcida, le despeja los ojos y la calma, mientras de las tripas le sale lo que siente y sobre el teclado los dedos cantan.
Ya está, ya cerró. Dos palabras y un signo de interrogación la sacaron de contexto y ¡ya no!
No soporta el sarcasmo, la ironía y el aire sobrador, son cosas que no practica, herramientas que no usa y formas que no acepta ni comparte.
No hay explicación posible, y si la hubiera, no quiere escucharla porque de sus ojos no se borran las palabras ni amaina el ardor que siente en el alma.
Queda lo que vio, lo que aprendió, lo que escuchó y lo que sintió.

Queda el saber que ya no…

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