4 de enero de 2011

En el bosque

Sale a caminar, como la otra vez. Va distendida, distraída, sola y tranquila.
No hay luna y está oscuro y la senda que siempre recorre, hoy se perdió y Ella no se dio cuenta.
Siente temor y empieza a medir los pasos, porque no sabe adónde está pisando, porque tiene miedo de caer, porque no ve nada, porque no conoce este camino, porque huele flores que nunca vio, porque no es la brisa que siempre la acaricia, porque el perfume a tierra que respira la confunde…
Alguien le susurra al oído y le da la mano, es imposible ver el rostro, la oscuridad de la distancia la ciega y a la vez la empuja a no detenerse y a seguir.
Está desorientada, lejos de casa y a kilómetros de la tierra.

No sabe con quién está
No sabe adónde va
No sabe qué la empuja
No sabe que tal vez, la cara que no ve, es la que es…

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

No sabe, pero siente, no?
Me encantó.