18 de agosto de 2014

Hoy

Es tarde y el día no quiere acostarse. Por eso estas letras, mi única manera de tirar al vacío tantas lágrimas, tantos dolores y más miedos de los que puedo contarte.
Va a ser éste un día difícil de olvidar, un día que rondará y rondará hasta que alguna palabra, algún gesto, algo, lo que sea, se lo lleve y no me lo traiga más. Y aunque siempre digo que la soledad y el silencio son mi refugio, hoy no fue el caso y caminé descalza los fuegos de mi propio infierno, fumé más de lo imaginado y ya casi pisando las tres de la mañana sigo tratando de exorcizar esta sensación de ardor eterno y este maldito gusto a terror y hiel que siento en la boca desde toda mi historia.
Cosas mías, cosas que espero el sueño algún día aparte de mi camino y nunca más se levanten conmigo.

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