3 de junio de 2014

Querido pasado

Extraño escribir tarde en la noche. Extraño mis pantuflas, mi bata fucsia y el material silencio de la suave oscuridad de mi té negro.
La extraño a Ella que hace rato me evita y no se pasea por mis letras.
Extraño la ausencia de pasos y patas. Extraño las cortinas cerradas y ese rincón poco iluminado en donde se hacían casi invisibles mis manos en el teclado.
Extraño llegar tarde y, muerta de frío, correr a bañarme para sacarme el día de encima.
Extraño las paredes pintarrajeadas, mi colección de latas, el pasto alto, el dormir sola con la ventana abierta al sereno invierno y el viento helándome la nariz durante el sueño.
Pero ¿en realidad extraño o me extraña sentir lo que siento? La verdad es que me extraña pero no me sorprende, sé que algunos recuerdos suelen vestirse de rosa con el paso de los años y nada más que porque ya me ha pasado. Pero esta vez lamento comunicarte querido pasado que ya no tengo los ojos velados. Sé que lo que añoro no pintaba muchas sonrisas por aquellos días y aunque me hayas transportado vaya a saber con qué objeto a una realidad dibujada, no necesité más que un segundo para saberme engañada y desnudarte de toda artimaña.

1 comentario:

MERC.EDES C dijo...

MUY BUENO AMALIA!!ME GUSTA MUCHO.