Esperá un
minuto que te cuento que para leerme tenés que olvidarte de que soy yo la que
escribo y saber que no sirve de nada intentar imaginarme y menos que menos preguntarte,
porque la idea no es interpretarme y como verás no estoy ahí para contestarte.
Por mi parte la
pantalla es un espejo por eso juego con los abiertos y sobrevuelo y nunca toco
directo, pero nada más que para que en algún punto puedas identificarte y
acomodar lo que te pasa a lo que yo cuento en tan pocas palabras.
Insisto en que
querer adivinarme es perder el tiempo, en tan poco espacio yo no quepo y es que
mi mundo es más grande que eso. Por eso te invito a que me leas de seguido y que
no te detengas ni en los puntos suspensivos y hasta podés agregarle lo que te
parezca que se me haya ido porque estoy vacía de todo y llena de olvidos y otra
cosa más, cuando me veas dale a la lógica un respiro porque te juro por mis
hijos que la vida no cabe en un espacio tan chico.
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