18 de septiembre de 2011

Y aunque siga...

No hay té, no hay pelo suelto ni pies descalzos. Hoy Ella tiene frías las manos y el cigarrillo está apagado.
El teclado hace largos silencios, está todo más que quieto, se desvanecieron los colores y los almohadones, y perdieron definición los espacios.
Sabe que buscar explicaciones es desenterrar un millón de opciones, cuando siente que lo que siente “es” porque las tripas ya se lo contaron.
No es fácil mantener la serenidad cuando lo que le pasa es raro, cuando escabullirse no tiene sentido y huir no está en su vocabulario.

Hoy, más que nunca, tiene que quedarse adentro, en el vacío y en lo que le susurran sus entrañas aunque no pueda detener las lágrimas…

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

El poder de las entrañas hecho lágrimas. Qué gráfico!!!!