Está tranquila, es su casa, su madera, son sus ruidos, sus olores, sus luces, es su perfume, su calor, son sus rincones, su sillón y su taza…
En su lugar no hay maquillaje ni extraños, no hay cuidados ni silencios forzados, no hay sonidos desarticulados ni sombras en cualquier lado, el espacio está limpio y su aire no está viciado, por eso no hay pesadez entre los cortinados.
No hay un lugar en el mundo en donde sea Ella, toda, completa, con sus dioses y sus diablos, con sus odios y sus amados, con sus lágrimas y una sonrisa en los labios.
(…salvo acá, entre sus almohadones anaranjados…)
2 comentarios:
Bello tu lugar en el mundo. Hasta me parece conocerlo.
Lindo mali muy lindo! como vos diosaa (un piropo ahi intercalado, que nivel! jaja) Te amo.
Publicar un comentario