26 de septiembre de 2023

Paciente calma


Hace un par de meses que transito una silente espera, convertida en una pupa oculta a los ojos del mundo.
Sentía la necesidad del retiro, me urgía sumergirme en esta nueva yo y Ella juntas, en este nuevo camino limpio y porque no decirlo, yermo hasta el infinito.
Por momentos siento el vértigo de caminar sola conmigo misma, y se me pega la boca del estómago a la espalda como una garrapata hasta que respiro y me digo que es tiempo de cerrar los ojos y seguir a mi instinto.
Hay muchos “tal veces” en esta etapa, y muchos cuestionamientos también, pero adquirí el hábito de espantarlos porque me enloquecen y la verdad es que ahora no estoy para titubeos ni boludeces.
Hice mucho, muchísimo, y pronto será tiempo de cosechar.

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