23 de abril de 2023

No se supone

El título lo dice todo, no se supone ¡nada!
Suponer es adivinación en su estado más puro, ya que en silencio esperamos que el otro nos lea el pensamiento y actúe en consecuencia y así, como por arte de magia, se entere de algo que nunca le dijimos o de aquello que nos molesta, o de alguna cosa que esperamos que haga.
No les voy a decir que yo nunca supuse nada porque les estaría mintiendo, ¿me costó? sí, me costó bastante y me sigue costando porque en algunas ocasiones me descubro surfeando “suponiendos” sin siquiera percatarme de ello.
Pero eso no es todo, sepan que peor que suponer es enojarse porque el otro no adivinó, y ahí es cuando se pone realmente bizarra la cuestión, porque de forma explícita, para que al susodicho le duela aunque no sepa qué pasó, llega sorpresiva la recriminación.
Suponer es dar por entendido algo que nunca se habló, y la verdad es que las relaciones humanas se construyen cultivando el a veces difícil y siempre noble arte de la comunicación.
Quisiera agregar que suponer también implica afirmar con vehemencia y contundencia ciega algo que nunca se comprobó, lo cual no solo dista kilómetros de la realidad sino que pone en evidencia la ignorancia de quien lo hace, pero esto va a ser tema de otro relato.
Y para terminar sin suponer porque lo comprobé, sepan que en los “suponiendos” hay todo del que supone y absolutamente nada del que es objeto de la suposición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La última frase resume todo.