19 de enero de 2023

Entrecortada

No encuentro el lugar, no me encuentro, me obligo. Paso de una letra a otra y ninguna tiene sentido. Me quiero eyectar de los imposibles, de las alucinaciones, de los divagues, de los sinsentidos y de esta resma de relatos que tengo ganas de incendiar.
Involuciono, desarmo, busco. Intitulo espacios. Me siento en otro lado. Cambio café por té. Prendo ruidos. Miro por la ventana. Espero.
¿Se tratará esto de una simple espera o tendré que dejar de tratar?
Se me hace lejos el lugar al que voy y me desesperan canas y ya medio siglo, por eso me detengo en cada paso y miro, pero nada, no hay nada más que nada, es como que no existo.
Le cedo el lugar a la hoja en blanco y a este conocido pánico y me aparto del teclado.
Hoy me encuentro impaciente, imposible, enojada con la pantalla y también conmigo.

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