14 de septiembre de 2021

Otra vez, esta vez

Otra vez son las cuatro de la tarde, otra vez tengo las uñas pintadas de luto riguroso y otra vez tengo hartos los ojos.
También otra vez acabo de decirle basta y ponerle punto final a la crónica de la muerte más largamente anunciada en toda la historia, porque ya no doy más y porque se me terminaron las buenas intenciones, la compasión y me queda muy poco para la estocada final que hasta acá me negué a dar.
En verdad me cansé, hace diez meses que estoy a los saltos y me duelen los pies y no me importa lo que pase de ahora más, mientras pueda olvidar cada cara, cada falta de respeto, cada palabra hiriente, cada reproche, cada señalamiento, cada juicio y cada intento de manipulación con el solo objeto de mantener alimentada una personalidad psicopática narcisista fruto de un sufrimiento y maltrato del que yo no tengo nada que ver.
Ya dije en el relato anterior que no tengo ganas de entender, pero tuve que estudiar todo esto para no ser arrastrada y mantenerme en pie y les aseguro que no me voy a caer.
No hay más tela que cortar, no existe en el mundo argumento que valide esta locura de la que accedí a ser parte y por eso asumo mi responsabilidad.
Me queda drenar lo que resta hasta el final y escribir hasta que no haya más.
Acabo de pegar un portazo a nueve años de mi vida, y estoy parada, con la espalda pegada a la puerta que se cerró, llorando y con el estómago apretado de dolor.
Esta vez se terminó.

No hay comentarios: