En este momento siento que no hay palabras, que no necesito aire, que mis manos no son las que están sobre las teclas y que la realidad está fuera de este planeta.
Tengo claro que esta locura vil, perversa y ajena ya no la quiero entender, pero otra vez me rozó sin que me diera cuenta y revolucionó mi sonrisa y de pronto me vi en sueños navegando el rumbo que había abandonado y desperté ahogada y a los manotazos buscando en la oscuridad un paquete de cigarros imaginario y arrancándome del cuerpo todo un montón de asco.
Hoy hace un mes de esto, y quiero decir que cada vez que rememoro estos ocho años, solo pienso en que pude salir a tiempo, justo antes de que se borraran para siempre de mis labios las sonrisas que de a poco voy recuperando.
Tengo claro que esta locura vil, perversa y ajena ya no la quiero entender, pero otra vez me rozó sin que me diera cuenta y revolucionó mi sonrisa y de pronto me vi en sueños navegando el rumbo que había abandonado y desperté ahogada y a los manotazos buscando en la oscuridad un paquete de cigarros imaginario y arrancándome del cuerpo todo un montón de asco.
Hoy hace un mes de esto, y quiero decir que cada vez que rememoro estos ocho años, solo pienso en que pude salir a tiempo, justo antes de que se borraran para siempre de mis labios las sonrisas que de a poco voy recuperando.
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