14 de diciembre de 2017

Me confieso

Antes que nada aconsejo a todo aquel que se pasea por mis letras que no se tome literalmente todo lo que escribo porque estoy lejos de las palabras, lejos de la moralina absurda de los conceptos y cerca de los silencios.
Aclarado esto “confieso que he pecado” pero no se hagan ilusiones, no voy a contar nada escabroso, sólo que estuve ladrándole al árbol equivocado o tirándole piedras a un árbol sin frutos, como ustedes prefieran.
La cosa es que quise ayudar pero hete aquí que tras varios intentos fallidos se me dio por abrir los ojos y grande fue mi sorpresa cuando me vi a mí misma con el “tántrico quise” deslizándose cansado de entre mis dedos y encima parada sobre terreno ajeno.
Hoy confieso que mi pecado fue la incoherencia y que los “si hubiera” no cuentan.
Hoy la realidad me mostró el precio dolorosamente alto que cobra la incoherencia.

No hay comentarios: