21 de enero de 2015

Gracia

Hay demasiado que callar, mucho escrito sin terminar y mucha cosa dando vueltas que no logro cerrar.
Marzo se acerca mientras mi año, por fin, se aleja. Digo por fin porque me está dejando deshecha, porque todavía quedan algunas madejas sin desenredar en mi cabeza, porque la tormenta sigue y yo, cansada de andar con la ropa empapada de tanto afuera, tengo que seguir con ella.
Sé que éstos serán tiempos de pura paciencia y espera, de tecleo lento y máxima alerta aunque el agobio sea el que me lleve a cuestas, aunque no halle las respuestas y lo obvio me obligue a reír sin que me vean.

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