30 de julio de 2014

Intitulado

No suelo escribir a esta hora, es por eso que lo único que descansa sobre la mesa es el cenicero y un cigarrillo en “modo espero”.
Afuera hay nieve y adentro fuego. ¿Antítesis o conjugación de lo perfecto? Depende. Depende desde dónde lo mire y depende de en dónde esté el fuego y lo frío de la nieve.
Hoy debo decir que agradezco a este amable silencio que viene a posarse suave sobre mis labios y los sella, porque evita mucho. Pero también debo ser honesta y confesar que lo que siento no lo logra evitar.

(Tercer cigarrillo en modo espero
 y un tronco que al caer
 rompe la calma que se había impuesto)

Yo estoy lejos del fuego (no del interno) y sigo pensando en que no debería estar escribiendo esto.

Callar será una perfecta opción sí,
pero todas las veces no.

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