No suelo
escribir a esta hora, es por eso que lo único que descansa sobre la mesa es el
cenicero y un cigarrillo en “modo espero”.
Afuera hay
nieve y adentro fuego. ¿Antítesis o conjugación de lo perfecto? Depende.
Depende desde dónde lo mire y depende de en dónde esté el fuego y lo frío de la
nieve.
Hoy debo decir
que agradezco a este amable silencio que viene a posarse suave sobre mis labios
y los sella, porque evita mucho. Pero también debo ser honesta y confesar que lo
que siento no lo logra evitar.
(Tercer cigarrillo en modo espero
y un tronco
que al caer
rompe la
calma que se había impuesto)
Yo estoy lejos
del fuego (no del interno) y sigo pensando en que no debería estar escribiendo
esto.
Callar será una perfecta opción sí,
pero todas las veces no.
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