9 de febrero de 2014

Interpretaciones Parte II

No sé si ya escribí algo con este título pero no tengo ganas de buscar entre mis letras y por eso le puse parte dos, para no andar con vueltas.
La cuestión acá es de una simple complejidad, algo así como todo lo no dicho que queda a libre albedrío pero que en definitiva termina armando lío.
Porque yo siento y el otro siente y los dos creemos o pensamos y ahí en el aire lo dejamos y en el día a día se va juntando y el viento no se lo lleva sino que lo va amontonando y esos montones son el pasto seco que después se incendia y nada más que por dejadez y pura negligencia.
Me niego a que el viento haga con las interpretaciones una montaña de adivinanzas, y como ya tuve varios incendios me di cuenta de que con una llama me alcanza.
Pero hete aquí que tengo un defecto y es ese largo masticar, pero nada más que porque necesito el tiempo para saber si no soy yo la mañosa, no es por otra cosa. Y cuando mastico busco, miro, siento, me paro en la otra esquina, me cruzo a la vereda de enfrente, me visto con la piel del otro, me “espejo” y me escucho hablarle-hablarme para en un instante deslizarme y tocarte.
Y así es como interpreto mi falso-cierto y porque mi yo entero se resiste a lo viejo no dejo que el viento junte pasto seco.

No hay comentarios: