6 de octubre de 2011

Sus padres

Hace muchos años que cortó el cordón, pero hace pocos que logró pararse y ver desde otro lado a sus padres, como personas y más allá del lazo de sangre.
Le costó menos que verse a ella misma, pero fue casi igual de doloroso. Defectos y virtudes, pero frustración, desesperación, preocupación, decepción y tensión permanente son las nubes que sobrevuelan sus cabezas por elección.
Hasta ayer ha tratado de hacerles entender que mirar para afuera no es la mejor idea, sí la menos dolorosa, pero no la mejor. Que escupir dolores propios en la cara de Ella y no hacerse cargo es una pena y que mancillar su alma con palabras a veces la envenena.

Pero fue hasta ayer, porque después de lo que pasó, paró en seco el carro y decidió pasar por otro lado…

2 comentarios:

Adriana Fernandez dijo...

Parar. Observar. Masticar. No copiar.

Anónimo dijo...

Poco inteligentes y algo cobardes. No se dan cuenta que un poco de dolor no duele si eso significa relajarse y regalarse a la vida.
Por otro lado, algo bueno hicieron no? vos fijate la ñieta que tienen! veamos la parte llena del vaso vieja.. eh un chistecito! no te enojes. Te adoro.