3 de febrero de 2011

Jugando deseos

Cercada y llena de incertidumbre pero tranquila y con fuerza, camina lento hacia los escalones dejándose caer con una gracia impensada sobre la madera blanca, tibia y gastada.
Apoya la cara en sus manos y mientras con los pies recoge la tranquilidad de estar en casa, se deja llevar por las sensaciones de estos últimos dias, recorriendo sin prisa cada centímetro de ellas, acariciando sin pudor a los fantasmas y oliendo sin reparos la brisa que perfuma el aire de callados misterios.
Sabe que sigilosa se acerca una decisión impostergable y que el cambio es imperioso, urgente e inaplazable.
Seguirá con los anteojos puestos, andará a veces descalza, saldrá a correr, caminará calle tras calle, flotará en un mar calmo de silencios, olerá otros vientos, respirará otras tierras, la cegarán otras luces, peleará otros fantasmas y serán mudos y sorprendidos testigos de su vida otros universos...

Ella está sola
sumergida en su silencio
esperando sin tiempo
viviendo en su cielo
jugando deseos
y poniendo en versos
los sueños de un misterio...

1 comentario:

Adriana Fernandez dijo...

Duro y a la vez expectante. No está sóla, porque tiene esperanzas.